¡Somos lo que comemos!

La Agroecología sólo se puede entender desde una perspectiva ecológica. De hecho la Ecología ha tenido una influencia decisiva para la conformación de los supuestos teóricos y metodológicos de la Agroecología.

La Ecología constituye, pues, la base sobre la que reposa la Agroecología. El enfoque ecológico implica el estudio de todos los componentes del sistema agrario (cultivos, animales, árboles, suelos, etc.), enfatizando las interrelaciones entre sus componentes y la dinámica compleja de los procesos ecológicos.

La Agroecología surge como respuesta a la limitada capacidad de las disciplinas convencionales para entender la cada vez más compleja realidad actual. Una realidad que se encuentra amenazada por las graves consecuencias ambientales que están produciendo la agricultura y ganadería industriales.

Y es que los actuales sistemas agrarios son insostenibles y el sistema agroalimentario hoy día provoca y se encuentra en una crisis severa. El enfoque de la agricultura convencional siempre ha buscado incrementar la producción de cosechas agrícolas sin considerar las consecuencias posteriores sobre el ambiente en el que se practica. Así ocurre, por ejemplo, con la labranza intensiva del suelo, la práctica del monocultivo, el uso indiscriminado de fertilizantes sintéticos, el control químico de plagas, el uso intensivo de agua de pozos profundos y la manipulación genética, entre otras prácticas de la agricultura moderna. Son múltiples los efectos que sobre el medioambiente está produciendo la generalización de este modelo de agricultura química, que se fundamenta en el uso intensivo del terreno de cultivo, en una alta incorporación de insumos y, por tanto, de energía. Es un hecho el impacto negativo de este modelo agrícola sobre la salud de las personas y el ambiente.

La Agroecología representa el cambio de enfoque para dar el giro necesario hacia sistema agrarios más sustentables. Por tanto, hablar de Agroecología es hablar de Agricultura Ecológica, pero no nos quedamos ahí, extendemos la perspectiva ecológica más allá de los terrenos de cultivo.

Para entender la complejidad de este concepto y todo lo que abarca, nos parece muy interesante echar unos ojos a los sistemas tradicionales y desentrañar cuál es la lógica¹.

Los sistemas tradicionales muestran una preocupación por el uso de los recursos para la subsistencia tales como el suelo, el agua o la biodiversidad, no centrándose en exclusiva dentro del campo de cultivo, sino manejando a la perfección las interacciones dentro del propio cultivo, y entre el cultivo y el medio circundante. Se basan en principios éticos y humanos en la realización de las actividades, y en estos sistemas es fundamental el respeto a las comunidades locales, quienes además aportan el material genético mejor adaptado a través de la selección y cuidado de las semillas Parece que la lógica en la que nos movemos al hablar de Agroecología se proyecta hacia la preocupación por la subsistencia respetando las necesidades y ritmos de la tierra, los territorios y sus gentes. Entendiendo el Medio como algo de lo que somos parte y no como un recurso a explotar. Podríamos llamarla la lógica de la Sostenibilidad, sostenibilidad de la tierra y de los pueblos, sostenibilidad en el uso de la tierra, sostenibilidad de la cultura y la tradición, sostenibilidad de saberes de semillas e injertos, manejos y aperos, variedades y vínculos,...y también sostenibilidad de paisajes, biodiversidad, fauna y flora.

La agroecología se ha convertido en un movimiento social más amplio que extiende el concepto de sostenibilidad a toda la cadena alimentaria, incorporando la producción, la distribución, la comercialización y el consumo. Ampliando además la sostenibilidad a los sistemas sociales, y dando peso no sólo al producto final, sino a la calidad y sostenibilidad de todas las personas y elementos (animales, plantas, suelo, agua,...) que intervienen o son intervenidos en dichos procesos.

1. El análisis de los sistemas indígenas y tradicionales proporciona a la agroecología herramientas conceptuales y prácticas para proponer alternativas a la agricultura industrial.